jueves, 27 de agosto de 2009

Personalismo y conservación de la vida




Persona y dignidad

Hoy casi nadie niega en teoría que todo hombre es "persona". Tiempo ha habido en el que se discutió sobre si la mujer lo era; o si los negros, indios y esclavos en general, tenían "alma". Se trataba de dilucidar -o de confundir, según los casos- la igualdad o desigualdad radical entre los seres humanos todos. Hoy, las expresiones "dignidad humana", "dignidad personal", "derechos humanos", están siendo muy empleadas, y esto es bueno… En la práctica se niega la igualdad de derechos - lo cual es tanto como negar la igualdad de "ser" o de "naturaleza" - a los seres humanos no nacidos, o nacidos con alguna deficiencia notable, o a los enfermos que suponen una carga para la familia o para la sociedad, a los deficientes mentales, etcétera. En los últimos lustros se extiende además la práctica de la manipulación genética en embriones humanos, como si fueran simples objetos, medios o instrumentos para beneficio de los (adultos) poderosos del momento o de la circunstancia…

Por "persona" se entiende en la filosofía medieval una hypóstasis o suppositum, que como tal no se distingue de las demás sustancias, pero cuya naturaleza es racional. Lo que hace que la persona sea un ser superior no es el hecho de ser substancia, sujeto subsistente (en sí y no en otro), sino la racionalidad. La persona es una sustancia individual de naturaleza racional. La racionalidad se entiende como una cualificación de la sustancia que la eleva por encima de todas las demás y le presta una excelencia que merece un "miramiento" particular…

A los hombres nos fascina el mundo sensorial, y sentimos la tentación de rendirnos sin condiciones a sus encantos inmediatos. Pero al poco de gozarlo, el encanto se nos esfuma, se desvanece, desaparece de nuestro corazón como el agua entre los dedos. ¿Por qué? Porque el "ser" del hombre es más, supera, trasciende infinitamente el orden de los sentidos, de lo material e incluso de lo temporal.

La misma "in-satisfacción" o "in-comodidad" que - no sólo a la larga, sino bastante a la corta - produce la hartura de los sentidos, es un testimonio elocuente de la desproporción que existe entre el "ser" del hombre y el "ser" de lo que se le ha ofrecido para su satisfacción.
El hombre insaciable de sensaciones manifiesta que "es más" que sensación. El hombre "supera infinitamente al hombre", decía Pascal. En otros términos: el hombre nace para ser infinitamente más de lo que es; para superarse a sí mismo más allá de toda previsión biológica. Lo presentimos, lo atisbamos, pero la fascinación sensorial puede vencer ese impulso originario al infinito y eludir la profundidad de la pregunta "¿Qué es el hombre?".


http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=2938


Desvelamiento de la dignidad de la persona


Yo soy lo "otro" que tú y tú eres lo otro que yo. "Yo" connota tanto mismidad como alteridad. Tú y yo somos "yoes" y en esto coincidimos: en el modo de ser, en la naturaleza o esencia; pero hay algo en lo que diferimos radicalmente, que es lo que se ha llamado acto de ser. El acto de mi ser o lo que me hace ser en acto es justamente lo que me hace ser yo y es radicalmente mío y de nadie más. Mi existencia, en efecto, se manifiesta incomunicable, como mismidad. Yo soy radicalmente otro respecto a todo lo demás. En el diálogo con las demás "personas" me experimento como una radical alteridad. Nadie puede decir yo en mi lugar ni yo puedo decirlo en lugar de otro. Pues bien, al que puede decir "yo" -con el sentido expuesto, no como un papagayo - le llamamos "persona". La mismidad es una característica de la persona: el "ser sí mismo". "Mismidad" y "alteridad" son términos correlativos…

Siguiendo con la experiencia del yo, advertimos que "ser sí mismo" comporta la experiencia del dominio sobre lo que uno hace. Yo vivo con la convicción de que poseo un conjunto determinado de facultades y potencias con las que entiendo, quiero, actúo, proyecto, etcétera, que son mías. Yo soy dueño y propietario de mis actos y por tanto de mí mismo. "Ser sí mismo" equivale a "ser de sí mismo".

¿De quién es la persona? Es una pregunta que no tiene mucho sentido. La persona no es ni puede ser de nadie más que de sí misma. El color es del pigmento, el peso es del cuerpo, la medida es de la extensión, el yo no es de nada ni de nadie. La persona es un ser que desde su inicio es completo, acabado, clausurado en su existencia (aunque no en su operación, siempre abierta al desarrollo o perfeccionamiento de su organismo, a nuevos actos, a nuevos horizontes y con necesidad de enriquecerse como persona en el trato con otras personas). La persona no es rigurosamente hablando de nadie. «Ser de alguien» es precisamente la negación del ser personal, la cosificación de la persona. Los padres - es el caso más comprensible - que consideran a sus hijos como algo que les pertenece en propiedad, no han entendido la noción de persona, no tratan a sus hijos como personas. Es verdad que son «hijos suyos», ellos los han traído al mundo, ellos los han procreado, pero lo que han procreado, por su propia naturaleza, no es nada «suyo». El hijo no es una realidad «adjetiva», sino «sustantiva», con un ser (personal) irreductible al ser de los padres me refiero tanto al padre como a la madre). La relación de paternidad/maternidad no es una relación de propiedad. El hijo no es una parte de la madre ni siquiera cuando antes de nacer está en su seno y vive a sus expensas. La diferencia entre persona y cosa hemos de comenzar a verla desde ahí, o no la veremos nunca…

La experiencia de ser origen y dueño de mis actos comporta la experiencia íntima de la libertad: yo soy origen de mis actos, pero de tal manera que puedo originar una acto determinado o no originarlo, según mi voluntad. Puedo querer o no querer. Puedo incluso querer o no querer mi querer. Esto es lo específico de la libertad: la posibilidad no sólo de querer, sino de querer reduplicativamente, es decir, de poder querer mi querer o no querer y de poder no querer mi querer o no querer…

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La dimensión supracósmica de la existencia humana


Si el alma es inmortal, por ser incorruptible, por ser espiritual, por carecer de partes, de composición, y ser en sí, existir de suyo desde el momento de la creación, entonces todos sus actos libres, "personales" tienen también una dimensión de eternidad. Cada uno de nuestros actos, que sucedan ahora, en el tiempo, gravitarán decisivamente sobre nuestra eternidad…

La libertad es una manifestación de la índole espiritual del alma humana. El acto supremo en el que la libertad se manifiesta es aquél en el que demuestra su trascendencia y dominio sobre el cuerpo… Mi cuerpo, lo que en mí es pura materia, puede estar arrojado a un calabozo inmundo, mis manos y mis pies encadenados, pero a pesar de ello yo sigo siendo libre, y aun cuando no sea dueño de mi corporalidad siempre podré decir que no a lo que se me pide. El hombre es libre porque su espíritu está por encima de todos los poderes terrenos, y son muchos los seres humanos que han demostrado así la victoria del espíritu sobre el cuerpo, el triunfo de lo que no es visible en su ser, sobre aquello que podemos percibir con nuestros sentidos…

Es de advertir que esta concepción del hombre como trascendente al cosmos es muy razonable, aunque haya quienes no la comprendan… Quien conserve un cierto sentido metafísico - por lo demás, natural al ser humano desde que despierta al uso de razón -, puede entender perfectamente lo que dice seguidamente John Eccles: «Del alma podemos conocer muchas cosas: los sentimientos, las emociones, su percepción de la belleza, la creatividad, el amor, la amistad, la libertad, los valores morales, los pensamientos, las intenciones... Es decir, todo "nuestro mundo"; en otras palabras: lo más específicamente humano. Porque todo esto que acabo de mencionar se relaciona con la voluntad. Y es en la experiencia de la voluntad donde se estrella el materialismo y cae por su base. El materialismo no puede explicar el hecho de que yo quiera hacer algo y lo haga.

»De una parte, la actividad cerebral nos permite realizar acciones de modo automático. Hay mucho automatismo en nuestra conducta. Pero también es claro que existe un nivel de conciencia en el que la originalidad de la decisión es patente. Por ejemplo, cuando camino, "quiero" ir más deprisa o más despacio. Incluso podemos envolver casi todo en la conciencia: "quiero" andar con aire de Charlot, pensando cada paso y cada movimiento...»

Sobre la fácil pero falsa reducción del alma a cerebro es también ilustrativo lo que dice el eminente científico: «Hasta hace poco, nada sabíamos de ondas electromagnéticas y de áreas cerebrales, y hay gente que no lo sabe tampoco ahora. Pero todos, y desde antiguo, sabemos de "nuestra vida". Y nuestra vida la expresamos en palabras y acciones, para lo cual necesitamos obviamente el cerebro, pero también necesitamos muchas veces de la laringe o de los músculos de la mano; y ni la laringe ni la mano son el origen o la explicación de "nuestra vida". Tampoco lo es el cerebro. El cerebro no explica qué es y cuál es el origen de "nuestra vida" humana, personal, inteligente y libre. Desde luego es muy importante investigar sobre la físico química cerebral, pero quien sabe de "nuestra vida" es nuestro "yo", no el cerebro. Y nuestro "yo" no es en modo alguno un producto físico químico».


http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=2940

La persona, fin en sí misma, no de sí misma


El valor de la persona es tal -escribía el entonces Cardenal Karol Wojtila, luego Juan Pablo II- que ante ella sólo el amor es la actitud justa. Y el amor quiere al otro por sí mismo, no porque le sirva o resulte útil. La persona no se encuentra en la lista de las cosas "útiles" o "instrumentales". Por eso dice A. Rodriguez Luño: "siempre que tu acción se refiera a la persona, propia o ajena, no olvides que no estás ante un simple medio instrumental; ten en cuenta, por el contrario, que ella tiene también su propia finalidad."

La pareja que se crea con "derecho" a "tener un hijo", está negando al hijo la cualidad y los derechos de la "persona"; niega de hecho que sea "un fin en sí mismo" y lo convierte en "medio" para satisfacer las propias apetencias, cosa que no hace ni el mismo Dios. No cabe olvidar que en ningún caso el fin bueno justifica un comportamiento intrínsecamente malo. Y, sin duda, tratar a la persona como medio, es muy grave.

La persona que se arroga el "derecho" no de engendrar mediante un acto de amor (único modo digno de poner en la existencia a una persona), sino de "producir" el ser de otra persona, está tomando a la persona no como lo que es y ha de ser -un don del Creador-, sino como una cosa de la que puedo disponer a mi antojo, como algo que está a "mi servicio", como un "medio" de satisfacer apetencias que pueden ser muy nobles, pero que no justifican la reducción de lo que sustancialmente es fin, a un simple "medio para mí".

Ya se comprende que instrumentalizar, objetualizar, cosificar de un modo u otro la persona es algo monstruoso: éticamente, o lo que es lo mismo, humanamente hablando es una barbaridad, un acto salvaje, vale decir un "sacrilegio", porque no en balde se ha dicho siempre en el cristianismo y aun al margen de él, que la vida humana - toda vida humana - es sagrada . Y lo es cualquier que sea su raza, su buena o mala formación o su pequeño o grande tamaño.


http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=2941


Personalismo

Es toda aquella doctrina que mantiene el primado ontológico, ético y social de la persona. Más que de un sistema claramente delimitado, se trata de una concepción de contornos poco delineados y que engloba bajo sí posturas filosóficas de tendencia muy diversa con el denominador común de la exaltación de la dignidad de la persona.

Características fundamentales del personalismo:

1) Primacía de la persona en el orden óntico; todo el dinamismo del ser culmina en la personalización, de tal modo que, como señala E. Mounier, para el p. es la persona la realidad central del universo.

2) Como consecuencia, el p. se pone a toda doctrina que disminuye el valor óntico de la persona, ya por reducirla a «uno más» entre los seres de la naturaleza -caso de las diversas formas de materialismo- ya por considerarla como una mera epifanía de un principio superior -caso del idealismo absoluto.

3) Éticamente, la dignidad de la persona se cifra en que es la única que tiene capacidad para realizar los valores.

4) En la esfera socio-política el p. se opone tanto al colectivismo o comunismo como al individualismo.


http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=5871&cat=filosofia


http://www.personalismo.org/_private/personalismo/queeselpersonalismocm.htm


Para nuestra reflexión


1. ¿El pensamiento y la persona, la libertad y el amor no son más que una combinación -aunque complejísima - de elementos materiales?

2. ¿El hombre es una “pasión inútil”?

3. ¿El personalismo sigue vigente?

4. Analice el siguiente caso: http://www.amnesty.org/es/news-and-updates/news/aumenta-presion-justicia-mujeres-solaz-20090814 , ¿cabe la pena de muerte para los protagonistas del abuso?

5. Comente las intervenciones de sus compañeros.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Reproducción asistida y bioética




La inseminación artificial (IA) puede realizarse con semen fresco o congelado que puede ser:

a) del marido o IA homóloga (IAH),

b) de un donante anónimo o IA heteróloga por donante (IAD).

Hecha esta distinción, ¿qué podemos decir de cada una de ellas? No es difícil descubrir la convergencia/divergencia de intereses de los padres, de los científicos, de la sociedad, de la Iglesia y del niño concebido. ¿Quién debería mediar y buscar la mejor solución? Cada año, nacen en Estados Unidos por medio de la inseminación artificial entre 30 mil y 75 mil niños...


El hijo a cualquier precio en el mercado de la fertilidad

La realidad francesa, similar a la española, es que “hay poca información sobre la tasa de éxito en la técnicas de fecundación in vitro. Las clínicas dan porcentajes de entre el 20 y el 30 por ciento”, afirma el doctor Guillermo López, director de Ginecología de la Clínica Universitaria de Navarra. “En medicina, una técnica con un 70 por ciento de fracasos no se haría, no se admitiría, pero aquí todo vale. Como las familias buscan el hijo desesperadamente, se les ofrecen novedades, añadidos que puedan darles más garantías y se encarece todo el proceso técnico: es una industria muy rentable y las posibilidades son muy amplias”.



El 49% de las parejas donan los embriones para investigación

La ciencia también se beneficia de la tradicional solidaridad de los donantes en España. Un estudio ha constatado que el 49% de un centenar de parejas andaluzas que se sometieron a tratamientos de fecundación in vitro (FIV) ha donado los embriones sobrantes para investigar con células madre.

La legislación española proporciona cuatro salidas para este material biológico. Una es la donación para la ciencia, vinculada siempre a un proyecto concreto del que debe informarse a la pareja, que fue la opción elegida por el 49%. Otra es conservar los embriones durante el periodo de fertilidad de la mujer porque la pareja estima probable que aumentará la descendencia en el futuro. A esta vía se acogió el 44% de las familias entrevistadas.

La tercera alternativa consiste en donar los embriones a otras parejas con dificultades para reproducirse. Fue elegida por menos del 7% de las personas consultadas. Este reducido porcentaje, según Cortés, arranca del rechazo de las parejas a la posibilidad de que sus hijos biológicos se integren en otras familias y "no conozcan a sus hermanos".

La última posibilidad que contempla la ley española es la descongelación sin ningún fin, lo que en la práctica significa destruir los embriones sobrantes. Sólo una de las 97 parejas estudiadas se inclinó por deshacerse de los embriones.



El precio humano de la nueva tecnología biomédica. Entrevista con Leon R. Kass

La medicina moderna se está haciendo más poderosa en su combate contra la enfermedad, la vejez y la muerte, en un progreso por el que debemos estar muy agradecidos. Pero si observamos los avances –o los proyectos– en tecnología genética y reproductiva, en neurociencia y en psicofarmacología, en el desarrollo de órganos artificiales e implantes de chips, etc., vemos que algunas de estas nuevas prácticas sobrepasan los objetivos tradicionales de la medicina, a saber, curar la enfermedad y aliviar el dolor. Algunos las celebran sin objeciones: unos pocos científicos y biotecnólogos, quienes los financian, los futurólogos y los "partidarios de la inmortalidad".

Podemos iniciar una deshumanización del hombre, de cuyas consecuencias aún no somos conscientes. Por ejemplo, la investigación con células madre embrionarias: no es sólo que se destruyan los embriones, es que además nosotros –quienes los empleamos– nos insensibilizamos, corrompemos y desnaturalizamos.



Tecnologías de la reproducción

La tecnología de la reproducción asistida es una de las más debatidas de la medicina hoy. El primer niño nacido en este país como resultado de una fertilización in vitro fue en l98l. En l997, el último año del cual tengo cifras había 24.000 nacidos por fertilización in vitro. Esto trae la pregunta de si la infertilidad es una enfermedad. ¿Es una enfermedad el no quedar embarazada?

Hay un mercado muy grande de embriones congelados. Hay alrededor de 50.000 embriones en varios criobancos en el país. ¿Qué podemos hacer? La congelación solamente preserva el embrión por cinco o seis años. Algunos empresarios tienen su respuesta: Véndalos. Un reportero de la empresa mostró que si usted va a Columbia University pueden preguntarle qué clase de bebé quiere, según su físico, su ancestro étnico, sus bases educativas, y ellos escogerán un embrión congelado que coincida perfectamente con lo que usted quiere, se lo venden e implantan en el vientre de su esposa o de su compañera, todo por $2.750.




Reino Unido: Dos hijos de la probeta quieren conocer a su padre. Apelan a la Convención Europea sobre los Derechos Humanos




Para nuestra reflexión

1. ¿Cuál es la principal objeción ética contra la IA?

2. ¿Debería acceder a la IA una mujer, soltera, en unión libre o viuda?

3. Nombre dos criterios objetivos que deben considerar todos aquellos que están pensando en recurrir a la IA.

4. Comente las intervenciones de sus compañeros.

jueves, 6 de agosto de 2009

Origen de la vida y aborto



Gianna Beretta Molla: Ama de casa, entre la vida y la muerte

Al tercer mes del cuarto embarazo, un fibroma en el útero amenaza la vida de su hijo. Como médico, Gianna sabe muy bien de qué se trata: deberá internarse en el hospital y someterse a una seria operación quirúrgica para extraerle el tumor. Como solución rápida y segura del problema los médicos aconsejan el aborto, pero Gianna insiste: — No lo permitiré jamás. No se preocupe por mí, basta que vaya bien el niño...

http://www.encuentra.com/articulos.php?id_sec=39&id_art=5052&id_ejemplar=0


«Aborté porque me sentí acorralada como un animal»

Hace tres años tenía la edad de 23, estaba viviendo como cualquier joven de esta edad las experiencias que esta sociedad prometen ser las mejores. Sin una mentalidad aún formada porque a diario recibimos tanta información de diversas cosas, que no llegas a distinguir lo que deseas realmente de tu vida y de tu persona, no te dan tiempo a pensar, únicamente te dedicas a vivir manejada como marioneta por la mano del hombre que forman las sociedades.

Pues bien, al no tener esta formación y vivir superficialmente, me quedé embarazada. Mi mundo, el que ya no existía desde hace unos años, desde que exactamente creí poder ser independiente del seno familiar porque así me lo hacia entender todo lo que me rodeaba, pues ese mundo de ficción se me hundió, me sentí acorralada como cualquier animal que se siente acechado por otro ser mucho más fuerte el cual puede aplastarte...

http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=60


El aborto en los casos de abuso sexual

http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=66


Mi hija Marta nació con tan sólo 6 meses de gestación

http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=66


El comienzo de la vida humana

En toda la discusión ética sobre el aborto hay una interrogante fundamental. Frecuentemente esa pregunta viene formulada así: ¿Cuándo comienza la vida humana?...

La fecundación

La opinión oficial de la Iglesia católica afirma que el derecho a la vida del nuevo ser arranca desde el momento de la fecundación, es decir, desde el momento en que se constituye la realidad biológica del zigoto o célula-huevo, resultante de la fusión del óvulo y del espermatozoide. Es importante subrayar que el proceso de fecundación no es un hecho puntual e instantáneo, sino que la singamia o unión del complemento cromosómico de las células germinales masculina y femenina dura varias horas. Esta postura es compartida igualmente por otras personas, aunque no estén incluidas dentro del campo católico.

De acuerdo con esta posición, la fecundación constituye un salto cualitativo en relación con las células germinales precedentes antes de su fusión. El zigoto resultante tiene una relevancia equiparable a la del recién nacido por las siguientes razones:

- Es una realidad biológica humana: aunque su apariencia externa sea equiparable al zigoto de otras especies animales, sin embargo, atendiendo a sus factores genéticos -a los aproximadamente 50-100.000 genes característicos de nuestra especie- hay que decir que la información genética existente en la célula-huevo es humana y solamente humana.

- En la información genética existente en el zigoto se «prefigura» el individuo humano que se va a desarrollar a partir de aquél. Indiscutiblemente, los factores que actúan durante el desarrollo embrionario van a jugar un papel muy importante en el troquelado del nuevo ser. Sin embargo hay que decir que cada ser humano -excepto en el caso de los gemelos monozigóticos- es un ser único e irrepetible en la historia de la humanidad y que su singularidad e irrepetibilidad está ya presente en ese zigoto del que tomó origen su ulterior desarrollo…

- En el debate sobre el aborto se ha afirmado con frecuencia que el embrión o el feto son una parte del cuerpo de la madre, de la que ésta, por tanto, puede disponer como de un apéndice. Esta afirmación es, biológicamente y con toda claridad, falsa. El nuevo ser no es una parte del organismo materno, sino una realidad biológicamente distinta -y que sin embargo, sorprendentemente, no es rechazada como un «cuerpo extraño»-, que muy desde el principio comienza a dirigir su propio proceso de desarrollo, sintetizando sus propias proteínas y enzimas, que son distintas de las de su madre. El nuevo ser es, durante el desarrollo embrionario, sumamente dependiente del organismo materno, pero es, al mismo tiempo, autónomo, ya que es él mismo el que dirige su propio proceso de desarrollo. Utilizando una comparación, puede decirse que el nuevo ser es «arquitecto» de sí mismo en un doble sentido…

http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=765

http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=969


El cerebro de la mujer embarazada

El proceso biológico natural del embarazo reduce el estrés en la mujer, al desactivar la hormona cortisol, y aumenta la confianza, al liberar oxitocina. Esta transformación se suma a otros cambios hormonales del cerebro de la mujer a partir del día 15 cuando, implantado en el útero, el embrión se comunica con los tejidos de la madre.

http://arvo.net/embarazo-y-aborto/cuando-las-celulas-hablan/gmx-niv827-con15462.htm


El embarazo cambia el cerebro de la mujer

http://arvo.net/pdf/alba047c-2-41pag47.pdf

http://arvo.net/pdf/alba048cpag48.pdf


Todo sobre el aborto

http://www.aciprensa.com/aborto/index.html


Para nuestra reflexión

1. ¿La defensa de la vida de su hijo por nacer que hizo Gianna Beretta Molla, es heroica? Explique.

2. ¿Qué tipo de ayuda necesitan las jóvenes que piensan en abortar a sus hijos? Explique.

3. ¿Por qué es importante el debate sobre el comienzo de la vida humana? Explique.

4. ¿Cuál es el cambio más beneficioso en el cerebro de la mujer embarazada? Explique.

5. Comente las intervenciones de sus compañeros.