lunes, 7 de julio de 2008

¿La inseminación artificial necesita una valoración desde la bioética?


La inseminación artificial (IA) puede realizarse con semen fresco o congelado que puede ser:

a) del marido o IA homóloga (IAH),


b) de un donante anónimo o IA heteróloga por donante (IAD).


Hecha esta distinción, ¿qué podemos decir de cada una de ellas? No es difícil descubrir la convergencia/divergencia de intereses de los padres, de los científicos, de la sociedad, de la Iglesia y del niño concebido. ¿Quién debería mediar y buscar la mejor solución? Cada año, nacen en Estados Unidos por medio de la inseminación artificial entre 30 mil y 75 mil niños.


Enlaces de interés:











El caso de Margaret

"Tengo un sueño recurrente: me veo flotando en medio de la oscuridad mientras giro cada vez más rápido en una región sin nombre, fuera del tiempo, casi no terrenal. Me angustio y quiero poner los pies en el suelo. Pero no hay nada sobre lo que plantar los pies. Esta es mi pesadilla: soy una persona engendrada por inseminación artificial con esperma de donante y nunca conoceré la mitad de mi identidad".

Este es el testimonio con el que Margaret conmovió al mundo algunos años atrás. Según Margaret, el problema radica en que "la inseminación artificial responde al interés de la intimidad de los padres y del médico, en vez de al interés del niño… Pero un hijo no es una mercancía ni una propiedad, es una persona que tiene sus propios derechos".



Los casos de Claire y Bill

Claire, cuyo apellido y residencia permanece en reserva, será la primera persona concebida por una técnica de fecundación asistida que conocerá al hombre que donó el esperma para su fertilización. Claire podrá conocer a su padre porque fue concebida después que el Banco de Esperma de California se convirtiera en 1983 en el primero en Estados Unidos en preguntar a los donantes si estarían dispuestos a ser contactados por sus hijos biológicos cuando éstos llegaran a la edad adulta…

"Yo sospechaba que mi padre no era mi padre", afirmó Bill Cordray, un arquitecto de 56 años de Salt Lake City, quien conoció su origen a los 37 años."Me preocupaba la idea de que mi madre hubiera tenido una aventura", indicó Cordray, quien ha determinado que su padre es uno de los 30 estudiantes de medicina que se graduaron de la Universidad de Utah en 1945. El arquitecto se animó a escribirles pero tal vez nunca conozca a su progenitor.



El caso de Thomas Beatie, el "hombre" embarazado



En nuestro país [España] no tenemos campos de exterminio en los que se hagan experimentos con cobayas humanas, pero sí disponemos ya de una legislación que abre las puertas a esas terribles pesadillas que degradan irreversiblemente a sus autores, a quienes las financian y a quienes —quizás ingenuamente— las autorizan. Más aún, acaba de inaugurarse en Sevilla a bombo y platillo un centro dedicado a la investigación con células madre procedentes de esos embriones sobrantes con la pretensión de generar células productoras de insulina que puedan implantarse a enfermos de diabetes…



Cuando no es posible negar lo evidente


Un reportaje que ocupó la primera plana del Washington Post, reveló el drama que se esconde tras las diversas técnicas de inseminación artificial y fecundación asistida, y que involucra a diario a cientos de familias que no imaginan las consecuencias de lo que muchos presentan como una "opción" fácil y sencilla. Bajo el título de "What Kind of Choice Is That?" -¿Qué clase de opción es esa?-, el periodista David Finkel recogió los testimonios de parejas estadounidenses que se sometieron a estos tratamientos sin sospechar que su decisión les ocasionaría penosos sufrimientos.

Los Gross relataron cómo tras un duro tratamiento engendraron cinco bebés que sobrevivieron al embarazo, pero murieron poco después del parto. En el caso de Aymond, sus quintillizos nacieron aparentemente sin problemas, pero seis años después uno sufre de ceguera, dos padecen retraso en el habla y uno ha desarrollado problemas de atención. Por su parte, Mary está embarazada, tiene tres bebés en el vientre y los médicos la presionan a enfrentar la decisión de abortar a uno de sus hijos para aumentar las posibilidades de sobrevivencia de los otros dos. Mientras tanto, Kathleen DeLuca lleva cuatro años sometiéndose a todo tipo de técnicas de fertilización y ha comenzado a recibir inyecciones diarias con el mismo fin, sin que todavía vean resultados.

En Filadelfia, Mary y Lee esperaban trillizos, también debieron decidir entre un aborto o el riesgo de perder a sus bebés. Tomaron la primera decisión y ahora saben que fue la incorrecta. Mary nunca pensó que al aferrarse al deseo de ser madre, terminaría enfrentando el trauma de haber decidido la muerte de uno de sus hijos. Según el Post, mientras los medios de comunicación de todo el globo elogian y se maravillan por los partos múltiples -producidos por las técnicas de fecundación asistida-, miles de parejas estériles creen ver en estos métodos el camino seguro para tener un hijo. Sin embargo, como Aymond afirma, "nadie se da cuenta de que por cada caso exitoso, hay cuatro o cinco mujeres que nunca llegan a procrear".

Abortos espontáneos, partos prematuros, bebés con peso crítico, largos meses en hospitales, desarrollo de retrasos crónicos, parálisis cerebrales, ceguera y muerte son los frecuentes finales de este tipo de embarazos, que siguen multiplicándose desde el nacimiento de la primera bebé probeta en 1980. De acuerdo al diario –que nunca ha tenido simpatías por la causa pro-vida-, este aspecto de las técnicas artificiales no suele ser publicado por el poder financiero de las clínicas que brindan los tratamientos y las políticas impulsadas por los gobiernos con el fin de reducir los casos fallidos.



La inseminación artificial sigue de moda

Pueden existir muchos "motivos" para recurrir a la inseminación artificial, las razones sobran cuando las buscamos; pero, tal vez, no nos hemos detenido a pensar que en nuestras decisiones influyen también: las emociones, los sentimientos, nuestras percepciones (equivocadas o no), el ambiente, el nivel cultural, etc. Visto así, ¿será lo más conveniente buscar criterios objetivos antes de tomar graves decisiones?La mitad de solicitudes para IA ya las realizan mujeres sin pareja.

El reloj biológico no entiende de fracasos sentimentales ni de inclinaciones sexuales. A partir de los 35 años suena la alarma y se activa la cuenta atrás. Un cronómetro impasible que angustia a decenas de féminas a quienes la llamada de la maternidad les pilla fuera de cobertura. Por suerte, desde hace años, estas mujeres tienen a su alcance una alternativa: embarcarse en la aventura de ser madres en solitario, sin esperar a ser fecundadas por un varón…


Para los niños nacidos a partir de un donante de semen lo mejor es conocer el origen de su concepción cuanto antes. Una investigación presentada estos días en la conferencia europea de reproducción asistida que se está celebrando en Barcelona (ESHRE, según sus siglas en inglés), ha demostrado que estos vástagos sienten más conmoción y enfado cuanto más mayores son al conocer la noticia.


Un enfoque interesanteLas imágenes eróticas televisivas, ciertas voces y músicas que surgen de los medios, los afiches callejeros, las líneas calientes, los intercambios por Internet, las vestimentas sugerentes, los sobrentendidos y la proliferación de referencias sexuales en casi todos lo ordenes sociales parecen habernos arrojado a una especie de pansexualismo o inflación de la sexualidad. Sin embargo, este innegable fenómeno obsceno no es un invento posmoderno. Su origen, fundamento y desarrollo comenzó en plena madurez de la modernidad. Nosotros, simplemente, asistimos a su consumación. Y como sabemos, lo que se consuma, se consume.


Cine argentino: “Yo soy sola”

La soledad, la falta de encuentro, la desilusión de lo que debería haber sido y no es… Cuatro amigas de entre 28 y 34 años, cuatro historias y varios interrogantes: Vera (Tobal) quiere triunfar profesionalmente, pero... ¿A qué costo?; Lina (Molina) quiere al príncipe azul, pero... ¿Dónde encontrarlo?; Mara (Bestelli) quiere un hijo, pero... ¿Con quién? e Inés (Angheleri) quiere casarse, pero... ¿Cómo?

Yo soy sola es una comedia dramática que habla de mujeres, damas que no encuentran, que no entienden y se preguntan cómo se construye el amor en los tiempos que corren. A esta nueva generación, los sociólogos la llaman "la generación del silencio", mujeres sin un modelo de ser mujer.Entre logros profesionales, carpetitas tejidas al crochet, inseminaciones artificiales, príncipes azules que no llegan, casamientos, espermas comprados y congresos feministas, Yo soy sola intenta dar voz a ese silencio.




Otros casos





Para nuestra reflexión

1. ¿Cuál es la principal objeción ética contra la IAH?

2. ¿Debería acceder a la IA una mujer, soltera, en unión libre o viuda?

3. Nombre dos criterios objetivos que deben considerar todos aquellos que están pensando en recurrir a la IA.

4. Comente las intervenciones de sus compañeros.